Hola! amigos de "Menua Ruta":
Ya he subido las fotos de la última ruta del pasado Jueves Santo día 5 con salida desde el Área de descanso del Puerto de la Cadena, subida al Castillo, desde allí, continuamos a la Finca de Las Llanas, bajada por la Rambla del Cigarrón y girando a la derecha vuelta a la Finca Lo Pertiguero con llegada al punto de encuentro en el Área de descanso del Puerto de la Cadena. Distancia unos 14 Km. con dificultad moderada-baja. Os dejo a continuación la crónica de nuestro amigo Antonio Ros.
EL CIELO NOS PREMIA
Temprano como siempre en el punto de partida, estábamos en el aparcamiento del Puerto de La Cadena, casi todos y alguno nuevo con ganas de aventura, éste área de recreo se encuentra pasado las casas del Portazgo, (Portazgo: derecho que se cobra por pasar por un sitio, casa donde se cobra) la han dejado muy bonita aunque sigue habiendo gente marrana que tira la basura donde le viene en gana.
Comenzó la ascensión y a muy buen ritmo, para algunos, fue un logro hacerlo en menos de una hora aunque despacio y sin parar, pronto estábamos en la explanada del Castillo, apenas tuvimos tiempo de sacar una foto, había prisa y teníamos que seguir, el camino era largo, otros tuvimos tiempo de oír los susurros “La Leyenda del Rey Lobo”, ya os la contaré, había prisa y teníamos que bajar, ya en la base, seguimos por las cuestas del Ono, el día era precioso, medio nublado y hacía muy buena temperatura, el cielo nos quiere y nos premia con las vistas de la sierra, todo verde, estamos en primavera, empezamos a ver esa flor blanca bonita, de las que salen muchas en un tallo, la conocemos como Varitas de San José, dejamos la pista y cogimos un cortafuegos, ya no había camino, nos inundaba la tranquilidad, el sosiego, estaba todo lleno de estas plantas, tomillo en flor, romero, un aroma a monte, madera, caminábamos por encima de cortezas de pino, un manto blando y ese aroma.
En un alto, decidimos hacer acopio de fuerzas y ya sabéis el almuerzo, hasta el sol nos premiaba, decidió aparecen de entre las nubes para darnos su calor, aunque predominó la fruta, no faltaron algunos bocadillos, el consagrado café, que si con leche condensada, que si vinito dulce, bueno y con lo cómodo que estábamos, las vistas que teníamos, a ver quien nos levantaba.
Teníamos que seguir, más nos salimos del cortafuegos y no había camino, entre matorrales, tropezones y alguna caidita sin importancia, seguíamos avanzando y pronto llegamos a la finca de Las Llanas en Sangonera la Verde y en el comienzo de la Rambla del Cigarrón, no podíamos descender ni podíamos seguir por su margen derecho, sus paredes altas y el lecho lleno de vegetación nos lo impedían, así que lo bordeamos un poco y seguimos por su margen izquierdo, encontramos sendero y lo seguimos, teníamos que encontrar camino para bajar a la rambla y por fin lo encontramos, era muy bonita, si os habéis dado cuenta, ninguna rambla de las que hemos estado se parece, cada una es distinta con sus matices, esta era pequeña, te invitaba a seguir, uno de sus lados, paredes altas, algún desnivel que otro, un salto, grandes rocas erosionadas, había una pared grandísima, con mil formas, parecía un panal y donde se apreciaban sus galería interiores, no se si alguno sacó fotografías, pues el tiempo apremiaba y llevábamos prisa, encontramos fósiles en el camino, desprendidos de las rocas y dos caracoles en mitad del camino haciendo sus cosas.
Llegamos pronto a la civilización, se notaba la basura que gente sin escrúpulos tira a las ramblas, te encontrabas de todo y no digamos de botellas, subimos a una explanada donde alguien había hecho un pequeño altar y seguimos caminando, pasamos por el Club Hípico "Finca Lo Pertiguero", vimos a los caballos montados en un tío vivo especial, unos caminando, otros montados paseándose, los huertos de limoneros cargaditos, ni los recogen, ya casi habíamos llegado, estábamos en la parte de atrás de las Casas del Portazgo, un poquito de rambla, canalizaciones y pozas llenas de agua, llevábamos recorridos unos 14 kilómetros, el cansancio ya se notaba.
Y la aventura terminó por ese día, pero habrá muchas más... espero que sintierais parte de lo que yo sentí, de lo contrario tendrás que repetirla o no estábamos en el mismo sitio. Me sentiré feliz si algo de lo que os he contado te ha hecho recordar aquel día o aliviarte un poquito los problemas de hoy.
Saludos,
Antonio Ros
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