¡Hola! amigos ruteros.
A la espera de recibir y subiros la crónica de Antonio Ros sobre esta ruta, ya podeis ver y descargaros las fotos, sólamente teneis que hacer clic en la "Galerias de fotos", pulsar la petaña que pone "Mis fotos" y seleccionar el album. También he subido una selección de las fotos que hizo Ángel Martínez del Río Chícamo.
Que disfruteis de las fotos y de la semana.
Un saludo JP.
domingo, 29 de enero de 2012
viernes, 27 de enero de 2012
RÍO CHÍCAMO 21-01-2012 Crónica.
Era temprano, lo tenía todo preparado desde la noche anterior, vuelta a revisar, hoy nos encontramos con otro grupo con el que ya habíamos salido en otra ocasión, hay que llegar pronto, mi sorpresa, el reloj lo llevaba mal y vinieron las prisas, más no salió mal, pues al mismo tiempo que llegué lo hicieron los demás, la presentación, saludos, etc. y comienza la aventura.
Salida hacia Abanilla, la lenta procesión o las ganas de llegar, anhelábamos salir del coche, llegamos a la parte alta, salida de Macisvenda, hacia El Cantón, trás las correspondientes fotos y nuevas presentaciones, comenzamos el camino hasta llegar a la primera laguna cerca del molino en ruinas, cubierto por la vegetación apenas se apreciaba, seguimos entre la maleza espesa pasando de un lado al otro del río, precioso el recorrido, aunque lo mejor estaba por llegar, entre pinos, cañaverales, juncos, distinguimos otra construcción paralela al río, era un canal por donde desviaban las aguas, me imagino que para regadíos u otros aprovechamientos ya que no se veían casas ni huertos al ser tan estrecha la rambla, ni vimos su continuidad hasta la “Fabrica de La Luz ”, central eléctrica que hay pasada la Garganta del Cagel.
Subidas y bajadas, piedras y paredes desgastadas por el paso del tiempo, vuestras charlas, sonrisas, el apoyo entre todos iban iluminando el camino, a pesar de la espesura, no se notaba la umbría, había calor entre las gentes pero del bueno, una peña, un árbol retorcido en el tiempo, un salto, otro paso por el río, que bonito, las paredes de arenisca hacían mil formas, cual más espectacular, el salto del agua, su sonido como una canción susurrando al oído, llegamos a la garganta estrecha del Cagel, hay que ir preparado, pues hay que pasar por el agua y hay mucha gente que no viene preparada, estábamos en una zona mágica, donde se mezclaba la luz del sol, con las paredes escarpadas y estrechas, la tierra rojiza y el agua, la sensación de estar en un sitio especial, solo se escuchaba el silencio, ese silencio de nuestro paso por un paraje especial, el silencio de nuestra respiración, como cuando llegas a un sitio donde dices “aquí puedo descansar, se huele a paz y tranquilidad”, esa sensación al entrar en esa garganta, lastima que la mayoría no pasase, se lo perdieron, a la salida de la garganta se ensanchaba la rambla y unas ruinas, creo que era la Central eléctrica, el final de nuestro camino, repusimos fuerzas con el almuerzo, la cervecita fresca, comentamos y charlamos sobre la zona, se nos había pasado la mañana y ya era tarde para algunos, hay que volver y lo hicimos corriendo, aunque otros buscaron nuevo camino por la parte alta de la rambla, la vuelta fue rápida, ya no andábamos, corríamos, se nos había pasado la mañana sin darnos cuenta y claro se nos pegaba el arroz.
Me he quedado con ganas de volver, quizás por el paisaje, quizás por ese rinconcito de paz, quizás por vuestra compañía, me querrías acompañar?…………………….
Las fotos las podeis ver y descargar haciendo clic en la parte derecha "Galerías de fotos".
También podeis tener una información cartografica y técnica de la ruta enviada por Juan Carlos Simon en el enlace siguiente:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2416183
Antonio Ros.
domingo, 22 de enero de 2012
RÍO CHÍCAMO 21-01-2012
Salida sábado 21 de enero de 2012 desde Macisvenda
Ruta: Río Chícamo
Distancia: 4 Km.
Duración: Algo más de 2 horas.
Un anticipo con información interesante, aunque la crónica nos la hará próximamente Antonio Ros.
El río Chícamo es un pequeño afluente del Segura que nace en los límites de la región en el término municipal de Abanilla y desemboca en el Segura cerca de Redován, en Alicante.
Su nacimiento se encuentra cerca de la pedanía de Macisvenda. Se accede al lugar por la carretera que une Macisvenda con El Cantón, justo a la salida del pueblo. El agua fluye en este lugar procedente del drenaje natural del acuífero de la Sierra de Quibas. En la actualidad su caudal es escaso. Se asciende por una rambla más o menos un kilómetro viendo las típicas palmeras y paisajes pobres de vegetación que han catalogado diversos autores a estas tierras como la “Palestina murciana”.
A poco de su nacimiento las aguas son recogidas en un azud que la conduce a un molino para su aprovechamiento industrial. Se construyó en 1.844 y fue abandonado a principios de los años sesenta.
Al pasar este molino, las aguas discurren por la estrecha garganta del Cagel que es un terreno de arenisca fosilizada que el tiempo y la erosión se han encargado de excavar y modelar. Quizás esta sea la zona más espectacular de la bajada del río. ¡El río se encajona entre unas paredes bastante altas, y da como resultado unos paisajes maravillosos y espectaculares! El cauce, a veces esta totalmente tapado por la intensa vegetación, sobre todo cañas, juncos, pinos, lentiscos, baladres, paleras…
En cuanto a la fauna aquí hay fartet, un pez pequeño que está en peligro de extinción.Al salir de la garganta del Cagel el valle se abre y llegamos a una pequeña central eléctrica abandonada que se construyó en 1.933 conocida popularmente como “Fábrica de la luz” que abastecía de electricidad a la Umbria, Macisvenda, Tollé…
También podeis tener una información cartografica y técnica de la ruta enviada por Juan Carlos Simon en el enlace siguiente:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2416183
Las fotos las podeis ver haciendo clic en la parte derecha "Galerías de fotos".
Saludos JP.
ERMITA DE LA LUZ - RELOJERO - MURALLAS KIN KON 14-1-2012
EL REENCUENTRO
Ese sentimiento, volver a veros, encontrarnos nuevamente, aunque faltaste TU y TU también, no estábamos al completo por lo que dicha no era plena.
La alegría inundaba el lugar, incluso el fraile que estaba rondando se dio cuenta, un grupo de amigos con la sonrisa en la boca, el tiempo acompañaba, precioso amanecer, a las 6 de la mañana hacía bastante rio en la calle, pero todo cambió con la salida del sol o era que estábamos juntos otra vez!
Comenzamos la ruta, justo frente a la Ermita , subimos hasta otra pequeña Ermita situada en una cueva no mas grande que una simple habitación, había un pequeño altar, cruces y alguna carta de algún caminante, merecía la pena leerla, pero era demasiado silencio, demasiadas penas, quizás era de alguien que necesitaba un poquito de alegría, un poquito de nuestra amistad; creíamos que la ruta iba a ser sencilla y rutinaria, pues parecía que enlazaba con otras que ya habíamos hecho, nada mas lejos de la imaginación, es impresionante lo tenemos todo ahí, te desplazas 100 mts. y siempre nos asombramos, ese paisaje, ese rincón distinto al anterior y tan cerca, teníamos una subida muy pronunciada y no tardamos en sentirla en nuestros pies, cada vez pesaban más, el corazón se aceleraba y seguíamos subiendo, una parada en un pequeño mirador, se veía Murcia, estaba amaneciendo para la Ciudad , se veían unas hogueras o chimeneas, no más de tres o cuatro, pero se divisaba a lo lejos, veíamos como el humo se esparcía por el valle como una tenue niebla, habíamos tomado un respiro, seguimos subiendo, alguna paradita otro respiro, aunque para algunos que estrenaban botas, iban saltando y trotando como si nada, llegamos a la cima del cerro, una gran explanada, ya habíamos estado allí, pero tomamos otro sendero que apenas se percibía, fuimos bordeando el Barranco del Sordo, impresionante, creo que era el sitio donde mas profundidad se dejaba entre ver, seguíamos andando, sin camino señalado, pronto un pequeñísimo sendero, apenas cogía el píe, estábamos pasando al otro lado del barranco, era tan estrecho, que en algún tramo nos teníamos que agarrar a la pared para saltar, en otros faltaba la tierra y había pendiente, podíamos habernos caído y hubiera sido serio, pero seguimos, era fascinante, encontramos una gruta con una puerta, posiblemente donde cogían agua antiguamente, no veíamos el final, no llevábamos linternas y quedaba mucho recorrido por hacer, enlazamos con una pequeña rambla, no más de 100 mts. otro rinconcito agradable de ver casi escondido y por donde no se notaba el paso de la gente, otra vez el sendero, ya nos acordábamos de otras veces, subía hasta el relojero, ya en la base casi llegando en ese cruce de caminos, de tierra roja, blanca y de encuentros con la gente, que si vosotros conmigo, los más fuertes por aquí, etc. etc. siempre la preocupación del compañero, estábamos cansados, pero decidimos ir por el sitio mas complicado, pronto llegamos, no nos dieron ni un respiro, hay que seguir, y seguimos, menos mal que ya era bajada, íbamos hacia las Murallas de Kin Kon.
El Pico del Relojero, es un punto de encuentro, donde va mucha gente, ves grupos pequeños, otros muy grandes, ciclistas y siempre ¡Hola!, ¡Buenos Dias!, ¡Que tal! y otras cosillas y te preguntas: ¿Por qué las mismas personas en la ciudad o en sus pueblos/pedanías no hacen lo mismo? ¿Por qué no saludamos a la gente de nuestro entorno?, ¿Por qué seguimos empeñados en nuestro encierro?. No se si a vosotros os pasará lo mismo, a que te sientes de otra manera cuando saludas a la gente, en un pueblo pequeñito toda la gente se saluda, no habéis notado que la gente sonríe más.
Subimos a un cerro, estábamos viendo el Mar Menor, La Manga , las islas, etc. era la hora de almorzar de reponer fuerzas, ya habíamos hecho un largo recorrido o eso creíamos, alguien dijo, en este cerro no, vamos al otro de más allá, cuando por fin llegamos había merecido la pena, por el paisaje, veíamos el Pico de Columbares, donde habíamos estado en una ocasión anterior, exhaustos, sacamos lo que llevábamos, unos una naranja, otros una pera, otros la barrita y bueno ya nos conoces, sacamos las barras de pan, los fuet, la longaniza, el queso, las empanadillas, unos chorizos pequeños y secos que estaban de muerte, que buenos, dame un trozo de pan, toma tu de esto, que si el queso buenísimo, una cervecita?, así pasamos un momento agradable, almorzando, hablando y viendo el paisaje, merecía la pena el trecho recorrido, pero ahora hay que seguir, con renovadas fuerzas, retornamos sobre nuestros pasos, volvimos al cerro anterior, desde allí teníamos que seguir otro sendero para llegar a las canteras, pero parece que nos equivocamos, empezamos a caminar, con nuevas energías, algunos nos atrevimos casi a correr, parecía que íbamos bien, claro era hacia abajo, tonto de mí. Llevábamos un tiempo andado cuando nos dimos cuenta que ese no era el camino, estábamos divisando la autovía y el camino giraba a la izquierda en lugar de la derecha, tenemos que desandar lo andado, y esta vez hacia arriba, otra vez a subir, la verdad es que iba bien, me encontraba con fuerzas, no así nuestro amigo Paco con sus recién cumplidos 61 años el día 13, al parecer Carmen lo castigó bastante la noche anterior y le cargó bien la mochila por la mañana, esa mochila nueva que como llevaba mas bolsillos, parece que había que llenarlos, vamos Paco un pequeño esfuerzo más, increíble era yo el que daba ánimos, normalmente siempre es al contrario, soy yo quien se queda atrás.
Seguimos subiendo, Calisto el primero, Juan Carlos seguía como un crío, con sus botas nuevas, saltando de un lado para otro como si se hubiera tomado un Red Bull (te da alas) y por fin, encontramos otro sendero y volvimos sobre nuestros pasos hacia el relojero, no se si porque íbamos hablando, no teníamos prisa, o por las bromas, cuando nos enteramos estábamos arriba, ahora ya era todo descenso, las conversaciones no eran las mismas, se presentía el fin, tomamos otros senderos, otro camino, bajamos por la subida de los tubos, llegamos al asfalto, aunque no contento, Calisto y para no ir por la carretera, subimos un poquito y fuimos por la ladera hasta llegar a la Ermita.
Habíamos tardado más de 4 horas, la ruta había sido dura, pero aún teníamos fuerzas para reírnos y beber una botellita de sidra que traía Paco, era hora de despedirnos aunque ninguno lo decía, como si no quisiéramos salir de ese círculo que formábamos, copa en mano brindando.
Siento no poder daros mas datos, de que sendero era, como se llama el cerro donde estuvimos, la zona, altura, kilómetros recorridos, anécdotas del lugar como hacen otros grupos o personas, sólo trato de trasmitiros lo que verdaderamente importa, los sentimientos, el trato con las personas, con la naturaleza, ese momento para recordar, esas vistas que se te quedan gravadas y con ganas de volver, nuestros recuerdos ………..
Espero que lo halláis pasado también como yo, tanto a los que estábamos como a los que os atrevéis a leer mis crónicas, sobre todo me aréis feliz si en algún momento de mi relato, habéis sentido una mínima parte de lo que yo.
También podeis tener una información cartografica y técnica de la ruta enviada por Juan Carlos Simon en el enlace siguiente:
Antonio Ros
martes, 10 de enero de 2012
7-1-2012 "Ruta de los Espejos y lo que queda"
¡Hola! a todos:
Día 7 de enero de 2012, primer sábado del año, como no podía ser de otra forma, los Reyes Magos nos tenían preparado una magnifica ruta llena de sorpresas - o fue Pablo-. Los sufridores de esta semana iba a ser: Calisto, Manolo, Pablo, Pepe, Paco, Carmen y su hija Rebeca.
La salida estaba prevista a las 8:30 h. desde Torreagüera, justo a la entrada del pueblo, a la derecha, hay una zona de vivienda unifamiliares del tipo dúplex, donde dejamos los vehículos. Para algunos nos sorprendió alguna vivienda por su diseño innovador y vanguardista, lo que seria el presagio de la ruta que teníamos que abordar esa mañana.
Comenzamos la marcha tomando una vaguada muy cerrada, angosta, situada detrás de las últimas viviendas, practicamente pegadas a la montaña y donde parecía que no podía haber ningún acceso y terminaria nuestra aventura, pero no, efectivamente hay una senda, que tras los primeros cientos de metros, donde salvamos dos pequeñas paradas de hormigón para frenar las lluvias, de forma inmediata, esa senda empieza a empinarse de manera pronunciada y continúa.
Ya empiezan a oírse algunas voces diciendo: "otra vez nos han engañado", "de esto no se había dicho nada"... que rápidamente son acalladas con otra voz que dice: "esto no es nada", "acabamos de empezar y lo que queda".
Era una mañana no excesivamente fría, pero a primera hora nada calurosa, sin embargo, tan sólo habíamos empezado cuando ya sobraba mucha ropa: guantes fuera, anorak quitados... la senda lejos de suavizarse, cada vez se iba poniendo con más pendiente y en algunos tramos la senda se convertía casi en una pared, vertical, pero sin llegar a una dificultad excesiva. En estos momentos descubrimos el primer paquete-regalo de los Reyes Mayo, habíamos pasado de hacer senderismo a realizar "escalada sencilla y básica". Nuestro progreso va en aumento.
Se continua la marcha, con un sufrimiento llevadero, la mirada no podía ir más allá de donde poner los pies y las manos, y se oían algunas voces más similar a "lamentos" que decían: "toda la ruta es así, queda mucho". Pablo animaba con su entusiasmo y actitud, hacia fotos con frecuencia y nos anticipaba la ruta: "estamos subiendo por la zona más radical y todavía queda mucha subida, esto acaba de empezar...". A pesar de la dureza del tramo, empiezan a verse las compensaciones de ir por esta cara de la montaña, descubrimos el segundo paquete-regalo de los Reyes Magos, los paisajes que podemos observar son extraordinarios y llegamos a una zona, donde hay una pequeña cantera de yeso mineral critalizado, tomando formas variadas, peculiares y graciosas, además este mineral es exfoliable, es decir, tiene la propiedad de dividirse en láminas, todo ello nos produjo una gran sorpresa y satisfacción.
Ya hemos superado más de las tres cuartas partes de la subida, y donde parecía que no había camino, vamos descubriendo parajes y zonas espectaculares y bellos, Pablo, encargado de la ruta de hoy, anima diciendo que ya practicamente hemos alcanzado la cima de esta montaña, pero los demás estamos bastante incrédulos, hasta que no lleguemos no lo creeremos. Efectivamente, hacemos cumbre rápidamente, y la satisfacción es generalizada, la subida es espectacular y bonita, el esfuerzo ha merecido la pena.
Estamos muy cerca del objetivo final, llegar al Miravete, punto más alto de la zona. El tercer paquete-regalo se nos muestra. Son las 10:30 h. y desde el Miravete las vistas son espectaculares. La temperatura es muy buena, el día es soleado y radiante, por lo que nos quedamos un rato para disfrutar del momento. Se puede ver Murcia, Algezares, Torreagüera, Monteagudo, La Vega Baja... donde los grandes núcleos de población hacen contraste con el verde de la huerta y sus viviendas dispersas, todo ello troceado por las carreteras, caminos y vías del tren. En ese momento se ve pasar un tren en dirección a Alicante, Paco comenta que le recuerda a aquellos juguetes de trenes que en la niñez te regalaba por Reyes. Además, todo el conjunto de coches, casas, trenes, árboles, etc. parece como una gran maqueta en movimiento. En el lado opuesto, observamos toda la sierra de Columbares, Cresta del Gallo... en contraposición transmite el sosiego, la tranquilidad, parece que el tiempo que se ha parado.
Pablo sigue haciendo fotos para inmortalizar el momento, tras un ratito disfrutando del lugar, tenemos que reanudar la marcha para volver. Pablo muy acertadamente ha sabido elegir la zona de subida y también no deja de acertar en la elección de la bajada, básicamente la haremos combinando zonas por una senda, sobre todo al inicio de la bajada, lo que nos dio una perspectiva de la espectacularidad de la ruta de subida, con otras zonas por caminos forestales, estos nos permitirían disfrutar de los paisajes y sobre todo de la compañía y las conversaciones que se van alternando entre unos y otros. Paco nos habló de la "Recoba" (mercado de venta y compra de animales) que se hacia en la Plaza Verónicas de Murcia, Calisto nos aporto algunos datos más...
Ya se lo que algunos estáis pensando, ¿qué paso con el almuerzo?, no se me ha olvidado. La dinámica de la ruta lo dejo casi olvidado. Fue al inicio de la bajada, en un claro al sol, cuando Manolo pedía una pequeña parada para recobrar fuerzas. Paramos brevemente a comernos la fruta y cuando digo brevemente, fue brevemente, yo no pude comerme la última mandarina, pues ya estaban todos en marcha. Os recuerdo que además de alimentar el espíritu y los sentidos, también es necesario alimentar al cuerpo.
Cuando ya estábamos a punto de llegar al final de la etapa, Pablo nos obsequio con una última buena subida de unos 100 o 150 metros, que nos permitio acortar bastante y salir a la Ermita de San Antonio y desde allí, prácticamente, a los coches.
Sin lugar a dudas fue una "Menua Ruta". Pablo, puedes apuntarte un buen tanto, aunque déjanos terminar de comer la fruta (jejejeje). Por cierto, ya nos pasarás las fotos.
Termino como dice Antonio Ros, con el deseo de que sirva para poder volver a evocar y sentir las mejores sensaciones a los que ya la hicieron y un poco de envidia a los que no pudieron venir.
Un saludo de JP.
miércoles, 4 de enero de 2012
Ruta 31-12-2011 "Ermita Sangonera V. - Rambla - Calzada Romana".
Hola! a todos:
Como nuestro cronista oficial -Antonio Ros- no pudo asistir este sabado, voy humildemente a sustituirlo en esta labor. La descripción de la ruta será más sobria, pero intentaremos enriquecerla lo máximo posible con los detalles y pasión que le pone Antonio.
Como en todas nuestras salidas, las 8:30 h. fue la hora señalada y la Ermita de Sangonera la Verde el lugar de encuentro. Puntualmente fuimos llegando: Calisto, Manolo, Pablo, Carmen, Paco, y yo (José).
La ruta preparada por Calisto, como siempre muy bien media en tiempo y esfuerzo, pretendia que los participartes de la ruta mantuvieramos en forma el cuerpo y la mente para despedir a este severo y duro año 2011 y darle la bienvenida al nuevo año 2012 que esperamos y deseamos que sea mejor, al menos tiene un día más. La ruta es de poca dificultad y con un duración que permitio terminarla sobre las 11:30 horas.
Partimos de la Ermita de Sangonera la Verde pero en vez de meternos en la Rambla de Sangonera, dada la húmedad, muy acertadamente Calisto y Pablo propusieron ir bordeandola por su parte superior, dejando al otro lado la Urbanización Torre Guil, así conociamos otra alternativa para nuestro mayor enriquecimiento. A un ritmo suave empezamos a subir, sin llegar a ser una pendiente fuerte pero sí constante, ibamos comiendo terreno a la ruta.
Bueno, vale, hacia un poco |
Partimos de la Ermita de Sangonera la Verde pero en vez de meternos en la Rambla de Sangonera, dada la húmedad, muy acertadamente Calisto y Pablo propusieron ir bordeandola por su parte superior, dejando al otro lado la Urbanización Torre Guil, así conociamos otra alternativa para nuestro mayor enriquecimiento. A un ritmo suave empezamos a subir, sin llegar a ser una pendiente fuerte pero sí constante, ibamos comiendo terreno a la ruta.
Calisto, como suele ser habitual, en la cabeza del grupo con Carmen y Manolo, detrás, en un segundo grupo, Pablo, Paco y yo. Entre ambos grupos se iban alternando Pablo y Carmen. La marcha era viva, alegre, donde se alternaban las amenas conversaciones, las platicas, con los silencios y los sonidos de la naturaleza.
Sin apenas darnos cuenta, habiamos llegado al punto donde enlazabamos con una PR para cruzar la Rambla de Sangonera, a todos nos resultaba conocido este tramo. Bajamos por la senda, giramos a la izquierda y volviamos a subir una pendiente, bastante inclinada, donde hay unos postes, sin cuerda, para facilitar el ascenso. De forma brillante la subimos todos. Prácticamente, habiamos recorrido ya la mitad de la ruta y la parte más dificultosa. El comentario de Manolo era muy revelador y compartido por los demás, después de subir las últimas pendientes dijo algo asi como: "hoy el cuerpo me ha subido y anteriormente yo tenia que subirlo a él". Efectivamente, después de estos últimos meses saliendo, nuestro estado de forma físico y mental ha mejorado considerablemente y esto nos permite disfrutar más de estas salidas.
Yo estaba algo perdido de nuestra situación respecto a la ruta, pero Calisto y Pablo, rápidamente se encargaron de ubicarme. Ahora empezabamos a bajar y volver al lugar de inicio. Pasariamos cerca de la Casa de la Huerta, por el Majal Blanco, la Finca de las Llanas y finalmente por lo que nosotros hemos bautizado con la "Calzada Romana", -un camino bien empedrado, que atraviesa parte del monte de norte a sur, en algunos tramos está muy bien definido, formando como un pequeño desfiladero, pues están seccionandas las rocas en sus lados-.
El día acompañaba con un tiempo soleado y muy agradable, se avanzaba a buen ritmo y la ruta se acababa. No habiamos parado para almorzar. Quien nos ha visto y quien nos ve, dirian algunos. Pero es sencillamente que somos muy disciplinados, la convocatoria era clara, sólo algo de fruta, pero ni eso.
Seguimos andando y de pronto como cuando abres una puerta y pasas de una estancia a otra, se acaba el monte con sus pinares, arbolado, musgo, sombras, claros... y pasamos a ese paisaje de tierra amarilla, sin árboles, de espacios abiertos, con una vista estupenda de Sangonera la Verde, Murcia... Ya estabamos muy cerca del final, Calisto a la cabeza, con ese paso suave, armonico, cadencioso, donde parece que no gasta energia y todo es fácil, se aparta por unos instantes de los primeros puestos, y claro, los demás aprovechamos para sentarnos a contemplar las vista y a tomarnos nuestra fruta. Fue una parada técnica, breve y reconfortable, ¡que buenas estaban esas manzanas, esas peras, esas mandarinas...!
Reanudamos la marcha y práticamente habia finalizado la ruta, pero teniamos otra sorpresa, aunque anticipada no menos grata. Carmen y Paco, siempre cuidando los detalles y no detalles, nos agasajaron al final de la ruta, en la Ermita de Sangonera la Verde, con una sidra. Nos tomamos unas sidrinas, como dicen los asturianos, que estaban de vicio y sabian a gloria.
Aunque se confirmará como siempre, se hará una ruta propuesta por Pablo cuyo punto de encuentro y salida es en la gasolinera que hay a la entrada de Torreagüera.
Termino esta narración, como dice Antonio Ros, con el deseo de que sirva para poder volver a evocar y sentir las mejores sensaciones a los que ya la hicieron y también a los que no pudieron venir, a estos últimos, que buena estaba la sidra (jejejejeje).
Un saludo de JP.
¡Que buena! |
¡Por todos! |
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