domingo, 15 de julio de 2012

Ruta: Fuente Caputa - Rambla de Perea 14-07-2012

LA DESPEDIDA.

Para despedir la temporada elegimos, muy acertadamente, esta ruta de Fuente Caputa y Rambla de Perea, pues nos permite hacerla con otros miembros familiares, comenzar el verano con un magnifico baño y como no, la zona es bellísima.



En esta ocasión, a las ocho de la mañana nos desplazamos con los coches al nacimiento en la Rambla de Perea, un kilómetro por encima de Fuente Caputa y desde allí por la rambla fuimos descendiendo hasta llegar a la última casa a unos dos kilómetros antes de Yechar, con unas condiciones meteorológicas muy favorables para el senderismo. Después de un breve descanso y beber de los parajes que nos rodeaban, además de agua, dimos la vuelta y empezamos a deshacer el camino andado para llegar a Fuente Caputa y así volver a impregnarnos de los pintorescos rincones que nos ofrece la rambla, pues allí habíamos decidido almorzar y darnos un extraordinario baño en esas limpias y frescas aguas.


Sobre las 11:15 horas estábamos alimentando nuestros cuerpos "danones" y no se tardó mucho cuando empezaban los primeros valientes a darse el baño que pronto fueron acompañados por el resto, si, todos tomamos contacto con el agua, aunque algunos fuimos muy prudentes y solo metimos los pies, otros se descubrieron como unos verdaderos "pececillos", pues parecian que el agua era su hábitat natural. Todos pasamos un extraordinario día que no pudo ser mejor para despedir a los ruteros hasta después del verano.


Todos nos acordamos y tuvimos muy presente a los que no pudieron venir en esta ocasión y por si no tenemos ocasión de vernos que paséis un magnifico verano y que repongáis fuerzas. Ah! los helados y las cervecitas están muy bien, pero acompañarlos con paseos...


A ver, ¿Quién es quién?.  La solución en "Galeria de Fotos"

Aquí tenemos un vídeo magnifico de Fuente Caputa.




FICHA TÉCNICA DE LA RUTA
Fuente Caputa – Rambla de Perea
 Distancia
 10 Kilómetros
 Altitud
 Mínima: 300 metros
     Máxima:450 metros
 Desnivel acu.
 Subiendo: metros
     Bajando: metros
 Dificultad
 Fácil

Con almuerzo y baño
 Tiempo
 4 Horas 35 minutos
 Fecha
 14 de Julio, 2012
 ¿Ruta señalizada?
No 


 Ruta circular
 No
 De interés
 Recorrido precioso, con baño, buena para el verano.
 Valoración (1)
 * * * * *         (1) 0 No aconsejable - 5 Para repetir


Un fuerte abrazo a todos y un beso grande para Carmen,
JP.



martes, 10 de julio de 2012

Ruta: Rambla de Sangonera la Verde-Las LLanas-Calzada Romana 7-7-2012

Hola! amigos de Menua ruta:

Esta semana me comenta nuestro menuo rutero Antonio Ros que no hay crónica, aunque sí nos envía unos versos que podéis leer y saborear en la nueva sección "EL RINCONCINTO DE LA LECTURA". Lo encontrareis pulsando la pestaña que hay en la parte superior derecha.



Os hago una breve descripción de la ruta el pasado sábado: Es una ruta circular que comienza en la Ermita de Sangonera la Verde, se asciende suavemente por la Rambla del mismo nombre hasta llegar a la carretera que lleva a la puerta de la finca de Las Llanas, culminado el punto más alto, se empieza a descender por la carretera de acceso a la finca durante un kilómetro aproximadamente, para girar a la izquierda y tomar una senda que nos llevara hasta la Calzada Romana, continuando el descenso llegaremos hasta el comienzo de la ruta en la Rambla de Sangonera la Verde junto a la Ermita.

También podeis ver las fotos en la "Galeria de Fotos".

FICHA TÉCNICA DE LA RUTA
Ermita de Sangonera la Verde - Rambla Sangonera la Verde - Finca Las Llanas - Calzada Romana y Ermita de Sangonera la Verde.
 Distancia
 12 Kilómetros
 Altitud
 Mínima:  metros
     Máxima: metros
 Desnivel acu.
 Subiendo: metros
     Bajando: metros
 Dificultad
 Fácil

Con almuerzo
 Tiempo
 3 Horas 35 minutos
 Fecha
 07 de Julio, 2012
 ¿Ruta señalizada?
No 
 Ruta circular
 Sí
 De interés
 Recorrido precioso y con sombras, buena para el verano.
 Valoración (1)
 * * * * *    (1) 0 Estrellas No aconsejable - 5 Estrellas para repetir


martes, 3 de julio de 2012

Nueva Sección: "El rinconcito de la lectura".


EL RINCONCITO DE LA LECTURA   (Nueva sección)

Reflexiones con nuestro amigo Paco, está leyendo un libro bastante interesante, creo que dijo 90 hojas, cuando pueda me lo pasará y yo a vosotros. Si os parece bien, ampliar esta nueva sección en la que todos y sería fantástico, pudierais opinar.

En el libro y en forma de paradojas, cuenta algunas reflexiones, una que le gustó mucho es la que  comentaba el estado de las personas con relación al PASADO, PRESENTE y al FUTURO.

Hacía más referencia a que casi ninguno vivimos el PRESENTE -menos cuando salimos los sábados-, siempre estamos mirando al pasado y con miedo al futuro, esto tenemos que cambiarlo, el pasado es nuestra experiencia y que nos servirá para el futuro, el cual tenemos que afrontarlo con energía, ilusión y no con miedo -aunque en estos tiempos es un poco difícil-, tenemos que vivir el PRESENTE para no perderlo y que se convierta en pasado, nuestro presente ahora, compartirlo es la mejor manera de vivirlo.

Habría mucho que hablar,  pensad en esto y lo comentamos en la próxima salida.

SI OS A GUSTADO, os invito a que me mandéis, vuestros comentarios, esas frases que se os quedan ahí gravadas, o ese párrafo de un libro que estéis leyendo, yo las incluiré en la CRÓNICA de la semana y así la compartimos con los demás.

SE ADMITEN SUGERENCIAS.
Antonio Ros.


Me parece una magnifica idea que nos enriquecerá mucho más a todos. Veré como le puedo dar un tratamiento especial en el Blog, abriendo una pestaña o apartado con esta nueva sección, donde ir colocando estas reflexiones, frases, opiniones, comentarios, etc.

Un saludo,
José Pozuelo.

Ruta: Castillo del Puerto de la cadena 16-6-2012


LA LLAMADA

Me fallasteis unos cuantos y hasta el último momento no sabíamos con certeza quienes veníais, otros por error mío fueron a otro punto de encuentro, no sabía que más tarde las fuerzas de la naturaleza haría que nos encontráramos.

Ya hemos estado otras veces haciendo esta ruta, aunque siempre cogemos alguna variante por lo que parecen distintas, o ese día nos fijamos en otras cosas y también depende como esté el tiempo, si está nublado o con sol y muy importante, quién te acompañe en ese momento. Con la sensación de que faltaba alguien, comenzamos nuestra andadura, el cauce de la rambla estaba seco por lo que no había la alegría de otros momentos vividos en el mismo lugar e iniciamos el ascenso, creo que cada vez lo subo mejor aunque la cuestecica se las trae, antes de una hora llegamos a la base del castillo, solo nos quedaba un pequeño tramo, subir por las rocas, yo me quedé a recuperarme un poco de la subida, así que me quedé solo y empecé a oírla otra vez, esa llamada, ese susurro, ya no era el viento, no era la primera vez.

Comencé a subir en solitario ese pequeño tramo en el que te tienes que ir agarrando a la roca ya desgastada y tener mucho cuidado pues del paso de la gente la ha ido puliendo y se ha quedado muy resbaladiza, pronto llegamos al Castillo y una voz nos sorprendió, agachado y medio escondido nuestro gran amigo Franc, se nos había perdido, confundió el punto de encuentro y se fue al área de servicio del Puerto y desde allí en solitario inició su marcha para encontrarnos en el  Castillo, ¿coincidencia?  mismo sitio, misma hora o fue …………………………………………….

Otra vez lo sentí, casi en el centro hay un pino no muy alto, si te acercas, verás que las ramas no son rectas, están curvadas, te permite acercarte, te arrimas a su tronco y es como si tratara de abrazarte, de cogerte, raíz gruesa sale casi de la roca, te permite sentarte, quizás si lo hicieras tú, también lo sentirías, te contaría su leyenda, la Leyenda del Rey Lobo, esa que os dije algún día escribiría, pues ya la comencé y cuando la tenga os la pasaré.

Decidimos continuar viaje todos juntos y empezamos el descenso, teníamos que tomar ruta nueva, así que bajamos por la zona más meridional -dirección Campo de Cartagena o las ventas del puerto- hasta el camino que bordea el Castillo, anduvimos un buen rato,  el hambre ya  acuciaba  y decidimos pararnos a la sombrita, cada uno con lo suyo, la sorpresa nuestra querida CARMEN había llevado una tortilla de patatas calentita que todos probamos con agrado y nuestro Paco con las cervecitas fresquitas nos alivió el calor, que personas tan agradables y siempre con la sonrisa en la cara, pues eso no fue todo, también nos obsequiaron con café, ya sabéis el servicio completo, que si con azúcar, sacarina, leche condensada, son fenomenales.

Tras el almuerzo y con energías renovadas, seguimos con nuestras andaduras, estrecho camino y yo a la cabeza, un pequeño tramo en llano y un cruce, si bajamos pronto llegaríamos al lugar de partida y aunque ya había ganas, no se si por la tortilla de Carmen o vuestro ánimo, tomamos otra vez hacia arriba y yo el primero, subimos durante algún tiempo, iba fenomenal, me encontraba bien y creo que a un buen ritmo, aunque creo que me dejasteis, me acordé del chiste del 600 para que quiero correr si voy el primero, camino muy serpenteante, bastante empinado y con surcos erosionados por el paso de las bicicletas, un tramos más, ya divisamos la cima y mejora el sendero y a la sombra de la montaña y los pinos, una bocanada de aire fresco, el paisaje una maravilla y seguía yendo el primero, por fin pude llegar sin problemas a las cuestas del ono, camino ancho que teníamos que coger para la vuelta, esos pinos altos, esas vistas de Murcia, ese sol que ya calentaba de lo suyo, poco a poco emprendimos el camino de vuelta, ya sabes como siempre, admirando los nuevos rinconcitos del camino y pensando en el techo recorrido, las emociones del día, vuestras conversaciones, esos recuerdos que te dejan con una sonrisa en la boca y la aventura terminó por ese día, pero habrán muchas más…

Espero que sintierais parte de lo que yo sentí, de lo contrario tendrás que repetirla o no estábamos en el mismo sitio. Me sentiré feliz si algo de lo que os he contado te ha hecho recordar aquel día o aliviarte un poquito los problemas de hoy.

Saludos,
Antonio Ros

Ruta: Las Antenas-Sierra del Valle y Carrascoy 9-6-2012


LA SUPERACIÓN

Como siempre a primera hora en el lugar de partida, faltasteis algunos por motivos de trabajo, otros por motivos de salud, pero os llevábamos en nuestros pensamientos, este día, había bastante gente en la plaza de las Moreras en Torre Guil, eran otros grupos que iban ha hacer alguna ruta, es bueno ver que cada vez a más gente le gusta la naturaleza y hacer deporte, no importa la edad.

Todos pensábamos que íbamos a hacer una rutita normal, corta y que ya conocíamos de otras veces, parece que alguien tenía prisa y tenía que terminar pronto, que ingenuos.

Comenzamos nuestra andadura del día sin saber la mayoría lo que nos esperaba, aunque después de hacer los 4 mojones y la senda del Caracol, pues lo que nos echen, si si……………, bajamos hasta la rambla a coger una de las PR que nos llevaría hasta las Cuevas del Buitre, por lo que pensamos todos que sería suave, así que comenzamos el ascenso, de un tirón, ¿para que íbamos a calentar?, y todos confiados, fuimos ascendiendo y a mitad de recorrido me pusieron el primero, claro, era el más lento, como siempre, charlando y con algún chiste que otro, seguimos el camino, estábamos llegando a la base de las Cuevas del Buitre, los guías del grupo, pasan un aviso, “al llegar al pino doble, el que se divide en dos, girar a la derecha",  buenoooo, ya cambiábamos la ruta, por donde nos llevarían esta vez, lo normal, por donde no hay camino y tan buenos compañeros -uno era mi hermano- que no avisaron con tiempo y todos con pantalones cortos, y ahora os explico lo de los pantalones cortos.

¿Por dónde echamos?, pues por lo más difícil, ya no había camino, nos dirigíamos hacia el suroeste pero por poco tiempo, nos íbamos rozando con todas las plantas, tomillos ya secos, romeros y unas aún verdes y que pinchaban de lo lindo, con pequeño fruto redondo, nos rozábamos con todo, bueno todos sabéis que la distancia más corta para llegar a un sitio es una línea recta, pues todo recto hasta la cima que no veíamos, un roce por aquí, un enganche por allá, hay que subir unas rocas, bueno para que deciros, teníamos que ir agarrándonos con las manos para poder continuar, te echan una mano y subes, un paso tras otro, teníamos que agarrarnos a lo que podíamos, una paradita, un respiro y una bocanada de aire fresco, la suerte es que íbamos por la sombra aún, no sabemos que planta pero había un olor agradable en el monte, alguna planta que desconocemos desprendía un olor que nos hacía parar de vez en cuando, respirabas y te sentías a gusto (No era María), las piernas ya se dejaban sentir, era como una escalera interminable, otra ayudita, otra escalada entre las rocas y por fin llegamos a otra zona con menos vegetación y más llana, seguimos caminando y llegamos a un mojón grande, no era igual a los que habíamos visto con anterioridad, era bastante grande, no puedo deciros el nombre, no ponía nada, habíamos hecho cumbre o eso pensábamos, tras las fotos de rigor realizadas por nuestro nuevo reportero gráfico Sr. Paco, continuamos el camino, ahora de bajada por la vertiente Sur.

Nos íbamos superando, habíamos hecho el trayecto en poco tiempo, tenemos que continuar, otra subida esta vez con menos pendiente, otro roce, otro arañazo, otro restregón, parecía interminable, no había camino, creo que es por aquí, decía uno, no, es por allá, decía otro, pues por el centro que tomábamos, la vegetación silvestre, los pinos, las formas que tomaban, era una zona virgen, por lo que nos costaba avanzar, durante un buen rato mientras ascendíamos, solo podíamos ver donde poníamos los pies, ahora contemplábamos las vistas, el valle de Murcia a nuestros píes, allá a lo lejos Sierra Espuña, era un día tan claro y con tal resonancia, que oíamos el croar de las ranas de los pantanos de riego que veíamos a lo lejos, todos sabemos que no son montañas altas -600 y pico metros- pero esa sensación placentera cuando mirábamos a lo lejos, esa sensación del esfuerzo realizado, la superación, nuestra recompensa.

A pesar de las fatigas y los dolores en las rodillas, tenemos que seguir, por un momento casi no hablábamos, solo alguna queja cuando nos volvíamos a arañar las piernas, una mirada al compañero que llevas en ese momento, una sonrisa en la cara, ¿quién ha dicho que íbamos cansados?,  hay que superarse cada día un poquito más, que sería de nuestra vida si nos conformáramos, que sentido tendría, pues eso, otro paso para adelante, otra mano tendida, otro que la coge y así vamos haciendo el camino.

De pronto nos indican los guías, veis aquella antena, pues allí vamos, ya no era tanta la subida pues casi íbamos cresteando aunque no veíamos la vertiente Sur, cuando llegamos a la antena, descubrí un paisaje maravilloso, abajo hacia el Oeste, un gran caserío, a lo lejos la Sierra de Carrascoy, enfrente una gran extensión de terreno de labranza que debería de estar recién labrada, ya que no había vegetación alguna, solo la tierra blanca y a continuación un bosque de pinos y un gran peñón de piedra con una de sus caras en vertical, todos nos quedamos mirando y preguntándonos como se llegaría allí, menuda pregunta, pues andando, aunque estaba lejos, ya no lo veíamos como algo inalcanzable, a todos los que íbamos nos gustaría ir, bueno otra vez con las prisas y lo mismo de siempre, junto a la caseta de la antena, bolsas de basura y cosas por los suelos, aún no nos merecemos el planeta que pisamos, hay mucha gente a la que le da igual, menos mal que nosotros lo que subimos lo bajamos y así enseñamos también a nuestros hijos, espero que cada vez seamos más los que respetamos el medio ambiente, pues dependemos de él.

Otra vez las fotos de rigor, las prisas y otra vez la preguntita, ¿veis aquella antena que se ve a lo lejos?, pues vamos para allá y eso hicimos, ya íbamos por la vertiente Sur, por lo que  íbamos por zonas más soleadas y mira esos pinos y esas rocas, así casi sin darnos cuenta, llegamos a la segunda antena, esta vez por la pista forestal, por lo menos ya no nos arañábamos las piernas, ni la cara, ni el cuerpo, era hora de reponer fuerzas, ¿cuándo almorzamos?, a que no se nos ocurrió otro sitio que decir vámonos al Pico del Águila, así como no habíamos hecho subidas ni habíamos andado aún esa mañana, decidimos encaminarnos hacía el nuevo destino, ya se notaba el cansancio, las cuestas ya las subíamos más despacio, la respiración ya costaba trabajo, pero seguíamos, nos tropezamos algunos ciclistas, ya estábamos en zona normal, venga otra subida, los amigos que te esperan, un traguito de agua un respiro y continuamos el ascenso, otra zona de sombra y una tenue brisa, el cambio de color de la tierra, morada, blanca, rojiza, cada rincón tiene su belleza si la sabes apreciar, si te gusta la naturaleza.

Este sábado parece que no hay distancias largas, aunque cuando divisamos el punto de llegada allá a lo lejos, en cuanto nos ponemos en marcha, con vuestra compañía, charlas, algunas burlonas, comentarios, sonrisas, todo lo que dan los amigos, parece como si corriéramos en el tiempo y llegáramos corriendo a cada uno de los puntos que nos indicaban, ninguno nos percatábamos del reloj, íbamos a gusto, la última cumbre, el pico más alto, El Pico del Águila, pronto estábamos en su cima y por fin pudimos almorzar, nuestra queridísima Carmen, cuyo cumpleaños fue el pasado día 7, había preparado una suculenta tortilla de ajos tiernos, duró menos que un caramelo en la puerta de un colegio, pero no digamos nada de la longaniza sequita que llevaba y la salchicha, qué me decís, a que estaban buenas, una cervecita, un vasito de café, estábamos a la sombra y divisando toda Murcia, se puede pedir más.

Ya era tarde y teníamos que emprender el regreso, como siempre casi en silencio, recordando en nuestra memoria los momentos pasados, el dolor, la alegría de haberte superado otro día más, vuestra compañía siempre grata, volvíamos otra vez a la rutina, aunque hoy pretendíamos dar una sorpresa a una buena amiga, nuestra CARMEN, lo habíamos preparado para sorprenderla a la llegada a los coches y creo que lo hicimos, esperamos que te gustara MUCHAS FELICIDADES y que puedas cumplir muchos más, a mí me gustaría verlo.

Como siempre, al encontrarnos en el sitio de partida, nos miramos, no se como me las arreglo, pero todos me decían, Ros ¿por dónde te has metido? yo como siempre, pues detrás vuestro, pero si vas todo arañado, las piernas, los brazos, la cabeza -en la calva-, la ropa toda rozada y así, todavía no se han enterado de que yo voy por sitios distintos y que mis ojos ven cosas distintas, como puedo verte a ti que me estás leyendo y la aventura terminó por ese día, pero habrán  muchas más…

Espero que sintierais parte de lo que yo sentí, de lo contrario tendrás que repetirla o no estábamos en el mismo sitio. Me sentiré feliz si algo de lo que os he contado te ha hecho recordar aquel día o aliviarte un poquito los problemas de hoy.

Saludos,
Antonio Ros