viernes, 2 de marzo de 2012

Ruta: RAMBLA DEL VALLE / CERRO DE LAS COLUMNAS 11-02-2012

RAMBLA DEL VALLE/CERRO DE LAS COLUMNAS

EL SILENCIO

Se sitúa entre la autovía A30 y el Valle Perdido, no sospechábamos nada, de hecho creíamos que era una ruta más, otra vez el día acompañaba, como siempre nos vemos temprano, un poco de frío aunque pronto nos calentaríamos, Pablo como siempre lleno de sorpresas, casi sin decirnos nada nos encamina hacia una pequeña rambla desde el Centro Juvenil en el Valle y la abandonamos a la altura del cementerio de la Alberca, nos dirigíamos hacia El Palmar, antes de llegar a la autovía empezamos a subir un pequeño cerro en dirección al Puerto de la Cadena, de pronto, la cuesta era un poco empinada, así que nos encontramos de golpe con una caída espectacular, las vistas eran alucinantes, a nuestros pies una rambla llena de vegetación y en la que apenas se vislumbraba un pequeño sendero, no se como esa sensación que te inundaba el cuerpo, ahora mismo lo estoy viendo en mi mente y no puedo describirlo con las palabras, como si estuvieras en la cima del mundo y en frente un inmenso bosque, esa sensación de libertad, de quietud, de grandeza, a pesar de que se oía el ruido de los coches que pasaban por la autovía.

El sol nos daba en la cara, imagínatelo, en frente como un gran bosque y rodeado de tus amigos, empezamos el descenso, creo que no había camino, lo hicimos por donde pudimos y nos llevaba Pablo, comenzamos a sentir la umbría y la humedad, empezamos a caminar por la rambla estrecha y angosta en la que apenas se vislumbraban las partes altas, tapadas por los árboles ya no nos daba el sol, aunque algunos rayos se peleaban por tocar la tierra, la humedad mantenía un manto de musgo todo verde y bastante vegetación, una vuelta y otra, una roca un salto, esos eucaliptos grandes  y majestuosos, una foto una broma,  casi no hacíamos comentarios, nos gustaba el sitio y lo habíamos tenido tan cerca, a veces nos cuesta darnos cuenta de lo que tenemos,  nos complicamos la vida con cosas de valor y lo más simple resulta que es lo que más te agrada, lo que más te gusta, claro que todo está en que tengas buenos amigos y creo que los tengo, iban conmigo, esa es mi riqueza.

Tras un buen rato, llegamos a una cantera abandonada de piedra amarilla,  nos paramos a verla, tocabas las paredes labradas a martillo y cincel y sentías aquella época en la que la gente trabajaba sin máquinas, de sol a sol y dejándose la vida en el trabajo, he despierta, tenemos que continuar, una pequeña construcción junto al camino, pronto llegamos a la luz del sol, estábamos en los tubos de Corvera, así es como me dijeron que se llamaban, ya me sonaba la zona, había estado por allí de joven con mis hijos y los hijos de otros cuando me los llevaba al monte y subíamos sin cansarnos, incluso con algún pequeñajo a cuestas, era la hora del almuerzo y lo hicimos al sol, cada uno sacó lo que llevaba y compartimos, nuestros amigos Paco y Carmen son los que más llevan, siempre van cargados, con comida y bebidas para todos,  hizo Carmen unas croquetas ¡¡¡ummmmm!!!, que ricas y el dulce de coco con leche condensada, estaba de muerte, el café, el chupito, etc. etc. estábamos para pocos trotes, si hubiéramos sabido lo que nos esperaba, habríamos comido menos.

Decidimos abandonar el camino y subir monte a través, teníamos que subir al morrón y tenía bastante dificultad, pues casi subíamos en vertical, vamos que me dio hasta vértigo cuando dije de mirar para abajo, las piernas nos pesaban, bueno y la barriga con la cervecita, en fin, que otra vez con la ayuda de los amigos y un pié tras otro llegamos al mojón, la parte más alta, o eso creía, una explanada y a seguir el camino subiendo, venga un poco más que casi estamos,  lo que cambian las cosas, dependiendo de por donde llegues, estábamos en el cerro de las columnas, como siempre no íbamos a bajar por el camino normal por donde va todo el mundo y es más fácil, Pablo nos dirigió hacia otra rambla, ya la conocíamos, con menos vegetación y muchas más pisada, por caminantes y bicicletas, se notaba el polvo del camino del trasiego, tierra seca y triste, pero bueno, íbamos contentos, satisfechos de la ruta que habíamos hecho, con prisas llegamos al aparcamiento, había quien tenía que irse a trabajar.

Algo extraño y que nunca habíamos hecho, terminamos temprano (sobre las 12 h) y decidimos irnos a tomar una cervecita al "Estanco". (Primera salida)

Esta ruta me ha gustado mucho y la hicimos dos sábados seguidos para que la conocieran los que faltaron a la primera vez, espero que sintierais parte de lo que yo sentí, de lo contrario tendrás que repetirla o no estábamos en el mismo sitio. Me sentiré feliz si algo de lo que os he contado te ha hecho recordar y sentir algo de aquel día.

Saludos,

Antonio Ros


Ya sabéis, las fotos de esta ruta las podéis ver en el apartado de "Galerías de fotos".

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