martes, 20 de enero de 2015

Ruta: Sierra Espuña - La Perdiz - Senda del Caracol - las Escalerillas - Morrón de Alhama - Barranco de Leiva - La Perdiz. 11-1-2015.

¡Hola! amigos de Menua Ruta:

Tengo dos rutancas pendientes de publicar en el Blog: la del domingo día 11 a Sierra Espuña y la del sábado día 17 a la Sierra de Ricote. En esta entrada veremos la del domingo. Esta ruta a sido para Menua Ruta un poco el reto, símbolo o meta, donde un poco en broma y un poco en serio todos queremos hacerla. El sábado día 10, después de nuestra clásica por El Berro, algunos compañeros iban a realizar este itinerario por la Senda del Caracol, para los que la hacíamos por primera vez, la noche anterior había sido un poco inquieta e intranquila, deseando la llegada del día para su comienzo.

Sierra Espuña nos sigue mostrando un sinfín de posibilidades para disfrutar, entre ellas, una infinidad de rutas. Es la montaña clásica de los murcianos. Se encuentra enclavada en el centro geográfico de la región de Murcia y se eleva con fuerza desde el valle del Guadalentín a 100 metros hasta sus cumbres que rozan los 1.600 metros, conformando una verdadera muralla caliza bien visible desde mar adentro, de ahí que los marineros dieran lugar al topónimo al divisarla en la línea del horizonte: la Sierra de España. A poniente está el Pedro López y el Cejo de la Ventanica; al norte el Aguilón, los Cuchillos del Bosque y el vértice del Perona; a levante el Morrón de Alhama y las espectaculares paredes de Leyva y, finalmente, al sur el Morrón de Espuña y Peña Apartada.


El itinerario comienza en el área recreativa de la Perdiz donde tomamos la senda de los dinosaurios, por un terreno llano, que se va adentrando hacia el Barranco de Leyva. Después de unos cuatrocientos metros giramos a la izquierda y comenzamos la subida. Enseguida llegamos a una zona despejada donde encontramos un cortafuegos que desciende por el marcado espolón que define perfectamente el Morrón de Alhama. Remontamos por el cortafuegos siguiendo un sendero cada vez más marcado entre piedra sueltas, jaras y arbustos. El terreno tiene mucha pendiente y vamos ganando metros de forma rápida y aproximadamente a los 1.180 metros de altitud, encontramos una antigua senda de herradura que atraviesa en horizontal y a media ladera el espolón. Este primer tramo de 1,6 Km. nos pone a prueba y hay que tomárselo con calma, llevando un ritmo o cadencia adecuadas a cada uno, pues de lo contrario te pasará factura para todo el resto de ruta.

Cogemos esta senda y caminamos hacia el norte (derecha) para ir adentrándonos en la cuenca del valle de Leyva, inconfundible por sus enormes paredes con unas vistas espectaculares y excepcionales, donde pudimos ver algunos escaladores. Este camino, antaño abierto para facilitar los trabajos de repoblación de Sierra Espuña, en la actualidad se encuentra muy invadido por coscoja y otros arbustos, así como afectado por continuos desprendimiento que amenazan seriamente su conservación. Tras otro 1,5 km. por esta senda llana, que nos permite recuperar la respiración, nos encontramos frente a las "escalerillas", tramo en zigzag de unos 200 metros de longitud, muy singular y característico, que nos permite salvar uno de los muchos dientes de esta umbría de Sierra Espuña. El viento es bastante fuerte y la temperatura es baja, por lo que paramos y nos volvemos a poner otra capa de ropa que nos permita afrontar mejor el frío.


Después de superar este "puerto" de primera, continuamos ascendiendo por la senda del caracol, con algunos tramos en zigzag, que nos llevará hacia la altiplanicie de Sierra de Espuña, una elevada meseta que ronda los 1.500 metros y desde la que podemos apreciar casi todo el territorio de la cuenca. Llevamos unos 4,3 Km. recorridos y estamos a unos 1.450 metros de altitud, justo en la bifurcación que nos llevará hacia el vértice del Morrón de Alhama, facilmente identificable por la garita que hay en la cumbre. Decidimos buscar el amparo de unas rocas ante el persistente viento y al agradable sol nos pusimos a almorzar.


Tras el reconfortable almuerzo con bocadillos, fruta, frutos secos y el calentito café de Carmen y Paco, que nuestro cuerpo agradeció a gritos, unos se quedaron terminando y otros decidimos subir al Morrón de Alhama, por lo que giramos a la izquierda en la bifurcación y después de unos setecientos metros de subida, alcanzamos el vértice donde se encuentra la garita, para nuestra sorpresa con un belén navideño en su interior. Allí disfrutamos de una vistas o panorámicas hermosas y espectaculares. Las agujas del reloj corrían velozmente por lo que decidimos volver y rápidamente estábamos con nuestros compañeros.


Continuamos por la senda y en la bifurcación giramos a la derecha y tras  cruzar el altiplano, dejamos a nuestra izquierda el Morrón con el destacamento militar y el pico de la Mosca, para girar a la derecha y descender, por una senda bastante pedregosa, hacia el Collado Blanco, donde enlazamos con la pista que comunica el Barranco de Leyva con Prado Mayor a los 8,2 Km. en este  punto, hacemos el descenso por la confortable senda, sin piedras, que avanza en paralelo a la pista y a las Paredes de Leyva, lo que nos permite disfrutar de un entorno muy bonito y salvar algunas de las curvas cerradas que tiene la pista. Pasamos el Refugio de Leyva, la imponente cueva de Las Palomas en las Paredes de Leyva y un Pozo de las Nieves y pronto nos incorporamos a la pista para alcanzar el cruce que viene de El Berro a los 12,2 Km. Trescientos metros más adelante y antes de llegar a la cadena y el parking que hay al final de la pista, giramos a la derecha para tomar la senda de los dinosaurios, donde cruzamos un puente colgante, muy bonito, debajo podemos apreciar la "huella del dinosaurio" y una antigua mina. Continuamos la senda para llegar sobre las 14 horas a La Perdiz.

A pesar del frío, prácticamente la reservas de agua las teníamos agotadas, el esfuerzo había sido grande y recuperamos las fuerzas comiendo unos frutos secos y tomando unas rápidas cervezas en el bar de La Perdiz. Que deciros, una ruta dura, pero brillante, deslumbrante, esplendida, grandiosa, etc. para subir la autoestima y autoconcepto.

Los pozos de la nieve.

A finales del siglo XVI comenzaron a construirse en Sierra Espuña los primeros pozos para almacenar nieve y ser distribuida en forma de hielo en hospitales, ciudades y villas del Reino de Murcia. En el espacio de unos cientos veinte años llegaron a construirse casi la totalidad de estas "neveras" que hoy conocemos -veinticinco- que podían almacenar hasta 25.000 toneladas métricas de hielo. Los "pozos de la nieve", como se les conoce popularmente, fueron construidos con diversos fines: terapéuticos, para conservar alimentos y medicinas, enfriar bebidas, elaborar helados... Su consumo llegó a ser tan popular que se convirtió en un artículo de primera necesidad y objeto de fiscalidad por parte de la hacienda real.

En el área de los pozos -"rasos"- trabajaron centenares de hombres procedentes de los pueblos cercanos a la sierra (Totana, Aledo, Alhama, Mula, Pliego) en condiciones extremadamente duras. Los encierros de nieve y el transporte del hielo hasta los centros de consumo constituyeron dos fases de una actividad que tuvo visos de auténtica epopeya por sendas y caminos en los que las mermas de la carga alcanzaban más de la tercera parte.

La venta de hielo estaba seriamente reglamentada hasta en sus más mínimos detalles. Durante los periodos señalados en los contratos de arrendamiento y abasto se establecían horarios de venta, penalizándose la falta de hielo en momentos determinados del día. Para ello, junto al habitual transporte en carruajes, el hielo a veces era llevado "a costilla" o por el sistema de "diligencia". En muchos documentos de la época se reconoce por las autoridades -primeros responsables de los abastos a la población- que la nieve era un artículo tan importante como el pan.

Extraído de "Los pozos de nieve de Sierra Espuña", autor: Ginés Rosa.


Como siempre, las fotos están subidas y las podéis ver en el apartado de "Galería de fotos" y a continuación tenéis los datos técnicos de la ruta, y el acceso a Wikiloc.


Espero que con esta narración/descripción disfrutéis tanto como yo al hacerla y con su lectura os haga pasar un agradable rato.

Un fuerte abrazo y que la semana vaya bien.
José Pozuelo.

FICHA TÉCNICA DE LA RUTA
Sierra Espuña – Las Perdiz – Senda del Caracol – Las Escalerillas – Morón de Alhama – Paredes Barranco del Leiva – La Perdiz.
 Distancia
 14 Kilómetros
 Altitud
 Mínima: 750 metros
  Máxima: 1.500 metros
 Desnivel acumul.
 Subiendo: 756 metros
  Bajando: 756 metros
Temperatura
 Al inicio (9:00 h): 3º C
  Al terminar (14:00 h): 9º C
 Dificultad
 Dificil – Dura

Incluido el almuerzo.
 Tiempo
 5 h. 25”
 Fecha
 11 de enero de 2015
 Ruta Señalizada
 Sí
 Ruta circular
 Sí
 De interés
 Extraordinarias vistas
 Valoración (1)

  *  *  *  *  *    (1) 0 No aconsejable - 5 Para repetir


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